El éxito del streaming bajo el mar de la investigación liderada por científicos del CONICET en el cañón submarino Mar del Plata realizará su última entrega del stream desde el cañón submarino el próximo 10 de agosto.
Hace días que miles disfrutan del stream del Conicet, en donde se observan criaturas maravillosas de todos los tamaños y colores en el fondo del mar. Sin embargo, el proyecto se encuentra en sus últimos días de transmisión.

Bajo el liderazgo del Schmidt Ocean Institute y con el apoyo del Conicet, la expedición concluye un ciclo crucial de investigación marina en aguas argentinas. La etapa de la misión científica de recolectar ejemplares para la investigación y observación de la fauna marina comenzó el 23 de julio y tuvo una difusión sin precedentes.
La expedición científica “Underwater Oases of Mar Del Plata Canyon: Talud Continental IV” ha generado un éxito inusual y mayúsculo en el panorama digital argentino, concitando el interés de diversas plataformas. La transmisión en streaming del CONICET no solo ha captado la atención masiva de la audiencia, sino que, de manera sorprendente, superó en visualizaciones a programas de streaming de política ya posicionados, un hecho llamativo en el actual mercado audiovisual digital del país.
Según Agustín Espada, investigador del CONICET y de la Universidad Nacional de Quilmes, y especialista en Industrias Culturales, este fenómeno es «una excepcionalidad en relación a los contenidos científicos». A diferencia de otros programas de divulgación científica que, aunque valorados, nunca alcanzaron la masividad, esta expedición ha logrado que medios de comunicación y audiencias enteras hablen de estrellas de mar y moluscos.
El éxito de esta transmisión se atribuye a varios «condimentos particulares»:
- La relevancia local: La audiencia no solo está viendo una exhibición científica, sino que está explorando «el fondo de nuestro mar» y, por ende, «lo estamos conociendo». Este componente de descubrimiento de lo inédito en el propio territorio añade un valor significativo.
- La calidad técnica: La nitidez y alta definición de las imágenes son «asombrosas», con colores «superclaros» y «super nítidos».
- La inmersión y co-descubrimiento: La audiencia acompaña a los científicos «mientras los científicos están haciendo su trabajo», descubriendo el fondo del mar en el mismo momento que ellos. Esto genera una sensación de «trabajo colaborativo» y de ser «parte de ese proceso, de esa expedición». Los científicos, además, comenzaron a ser conscientes de la audiencia que tenían, lo que enriqueció la experiencia.
- La capacidad pedagógica de los investigadores: Los científicos han demostrado una gran habilidad divulgativa, presentando las distintas especies y explicando lo que se ve, e incluso reconociendo el desconocimiento cuando no saben algo. Esta honestidad, que no es habitual, es «muy valorable» y contribuye a la construcción colectiva de la expedición basada en la tecnología de streaming.
Espada también reflexiona sobre la diversidad de demandas en el consumo mediático actual, tanto en Argentina como a nivel global. En un escenario donde hay «demandas cada vez más complejas de entender» y «ofertas cada vez más diversas», el éxito del streaming del CONICET demuestra la capacidad de sorpresa del público. Señala que «la misma sociedad que abraza esta transmisión del CONICET, es la que abraza y llena de picos y de visualizaciones los conflictos de Wanda Nara con Icardi». Lo que se puede interpretar es que «a partir de la consolidación de modelos digitales de producción de contenidos hay mucha diversidad de demandas y también hay mucha capacidad para sorprendernos». Esto desafía la antigua pregunta sobre si los medios ofrecen lo que el público quiere o si el público impone sus gustos, sugiriendo un «punto medio» con la aparición de los medios digitales como el streaming.
El investigador subraya que el interés por este tipo de contenido científico revela que a la audiencia le «interesa y le gusta conocer cosas nuevas o enterarse de investigaciones». Esto sugiere que hay una oportunidad no solo para programas dedicados exclusivamente a la ciencia, sino también para incorporar contenidos científicos en la agenda de los programas cotidianos, demostrando que la experiencia de descubrir algo nuevo, similar a la del aula, puede replicarse en los medios de comunicación. A pesar de que plataformas como Twitter tienen una influencia desproporcionada en la agenda mediática –siendo utilizada por periodistas como termómetro de intereses a pesar de su baja penetración en Argentina (15-20% de usuarios)–, el éxito del CONICET demuestra que a la sociedad en general le interesan «muchos otros temas» además de los altamente politizados que suelen dominar la conversación en ciertas redes.



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