¿Sos de las personas que al ver una flor se acercan a sentir su aroma? ¡Nosotras también! Escribimos “sentir” porque los aromas se viven, deslumbran a todos los sentidos, nos cambian el humor. Cada aroma nos evoca a un momento de nuestras vidas. Ese almuerzo en la casa de la nonna. El primer día de jardín de infantes. El primer ramo de flores que nos regalaron. El abrazo de mamá.

Si vivis en Ciudad de Buenos Aires o alguna vez viniste de visita, seguramente conozcas la “Floralis Genérica”, una escultura de 20 metros de alto construida en acero inoxidable, aluminio y hormigón armado. La gran flor se encuentra en Plaza de las Naciones Unidas (por Avenida Figueroa Alcorta en Ciudad de Buenos Aires) y fue obsequiada por el arquitecto argentino Eduardo Catalano.

La primera sensación al ver la flor es la sorpresa, seguida de una fascinación al ver el abrir y cerrar de sus pétalos. El gigante de acero parece tan real que nos dan ganas de acercarnos a sentir su aroma. Seguramente muchas personas lo hicieron y se alejaron apenadas hasta que un día… ¡Glade lo hizo posible!

La empresa lider en fragancias de ambientes hizo algo sorprendente: desarrollaron un sistema de aromatización que permite una experiencia sensorial deslumbrante. Se dedicaron durante un buen tiempo a elegir una fragancia especial, colocaron dispersores alrededor de la gran flor generando que desde cada punto se pudiera sentir de forma diferente la fragancia.

La sorpresa fue general, todas las flores ese día en la plaza tuvieron aroma y Glade pudo demostrar el poder invisible de una fragancia para conectarnos emocionalmente.

La Floralis Generica pudo ser una verdadera flor. Los invitamos a ver el siguiente video y ser parte de un evento que permitió despertar emociones, conectarnos con un icono del pais y sorprendernos como cuando eramos pequeños.

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