“Julie”, de la Directora Alba González de Molina, se ha realizado a través de financiación privada, sin recurrir a un solo euro de subvenciones públicas, y en la que ha invertido la mayor parte del equipo técnico y artístico. El 80% de la energía usada para la película es la energía solar de las casas de los vecinos. La película se filmó sin wifi, sin cobertura, sin corriente eléctrica, sin aseos, sin comodidades.
“Julie” se centra en la historia de una muchacha francesa asentada en Madrid que decide marcharse precipitadamente, dejando atrás todo aquello que la rodea. Allí, en la naturaleza, fuera de cobertura, los aldeanos acogerán a la enigmática Julie. Dos realidades opuestas que, por causas del destino, acaban chocando, se entrecruzan y divergen.
La película pretende desmitificar y humanizar, eliminar todo atisbo de utopía y reflejar la vida de un pueblo de fuertes ideas y grandes valientes, de personas que perdieron el norte en su camino y otros que, en cambio, lo hallaron.
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